Hoy día de reyes tengo el privilegio de regalar una bonita historia que muestra la esencia de la física cuántica. Hay muchos libros que hablan sobre el gato cuántico de Schrödinger, una historia muy parecida a la que yo voy a contar, pero mi amor y respeto a los animales, y a la vida, me motivan a contaros ésta otra historia que ilustra lo mismo pero no con gatos sino con seres humanos.
El día que usted entre en una cafetería y vea a un joven enamorado whatsseando con su chica, la cual se encuentra al otro lado del planeta, pregúntele dónde está él. Esto es, acérquese al muchacho y dígale: "oye, perdona que te interrumpa, ¿me puedes decir dónde estás tú ahora mismo?".
Por ejemplo, imaginemos al muchacho en el café Rivoire de Florencia, y a su joven enamorada en el café Monocle de Londres. Justo en ése momento cafetero, ¿dónde está el muchacho, en Florencia o en Londres? Personalmente pienso que la mente del muchacho está donde está su chica, y la mente de la chica estará donde está su chico. Con otras palabras, la mente de él está en Florencia y en Londres a la vez!!!. Tenemos en ente, la mente del muchacho, que está en dos sitios a la vez (Londres y Florencia), y tenemos un ente, el cuerpo del muchacho, que está en un solo sitio (Florencia). Por ello decimos que la mente es un objeto cuántico (está en dos sitios a la vez!!) y el cuerpo es un objeto clásico (está en un solo sitio como manda el sentido común!!).
Y ahora observen la siguiente curiosidad. ¿qué ven nuestros ojos, el cuerpo del muchacho o la mente del muchacho? Lógicamente nuestros ojos ven el cuerpo del muchacho, y por ello decimos que el cuerpo del muchacho es un objeto clásico, esto es, un objeto macroscópico. Aquí tenemos el verdadero objeto de estudio de la física clásica, los cuerpos macroscópicos (la física clásica estudia los objetos macroscópicos y su origen se remonta practicamente al nacimiento del homo sapiens).
Sin embargo, la mente del muchacho no puede ser vista ni siquiera por el mejor de los microscopios. Esto es, la mente del muchacho es un objeto cuántico porque no puede ser vista. Podemos ver las consecuencias de lo que piensa el muchacho (por ejemplo imagínese que a él le dá por ponerse a bailar flamenco encima de la mesa como consecuencia de la alegría desbordante tras recibir un emoticono romántico por whatsapp), pero no podemos ver su mente. La mente manda pero nosotros vemos el cuerpo. Aquí tenemos una característica fundamental de los objetos cuánticos: podemos ver o medir sus consecuencias pero no podemos ver al objeto en sí. Dicho con otras palabras, el objeto de estudio de la física cuántica son aquellos cuerpos microscópicos o invisibles que interfieren en el comportamiento de los cuerpos macroscópicos (la física cuántica estudia los objetos microscópicos y su origen se remonta al inicio del siglo XX).
Y lógicamente podemos saber con total exactitud donde está y cómo se mueve cualquier objeto clásico (por ser éste un objeto macroscópico y, en consecuencia, visible a nuestros ojos), pero un objeto cuantico es algo que escapa a nuestros ojos, y precisamente por ésto decimos que las partículas microscópicas son cuánticas. Aquí tenemos la ley más fundamental de la física cuántica: las partículas cuánticas son impredecibles, no pueden ser vistas por nuestros ojos y encima pueden estar en varios sitios a la vez. En efecto, la mente del muchacho es impredecible, no la podemos ver, y a la hora del café cuántico está en dos sitios a la vez!!
Y ahora quiero hablar del nexo de unión entre la física cuántica y la física clásica. ¿Cuál es dicho nexo? muy fácil, las consecuencias son clásicas pero el motivo es cuántico, o si no que se lo digan a la pobre mesa soportando el intenso taconeo del muchacho bailaor locamente enamorado de su chica. Tanto la mesa como el cuerpo del muchacho son objetos clásicos, pero la mente de él es un objeto cuántico.
Curiosas las partículas cuánticas, son invisibles, están en varios sitios a la vez, pero sus consecuencias son clásicas porque nuestro cuerpo es clásico.
Quiero despedirme en éste día tan especial con ésta bonita canción. Es de un grupo español, y va dedicada a la chica que inventó el café cuántico, al chico, y a todos ustedes. Les deseo un buen día de reyes y un feliz año 2015: