Hoy, en mi primera hora de vacaciones, no he podido sino pensar en una persona que me ha enseñado muchas cosas, y a la cual deseo que me enseñe muchas cosas más. Curiosamente esa gran persona me ha hecho recordar el porqué Richard Feynman, uno de los físicos más importantes de la Historia, pudo conseguir la que fue su máxima hazaña intelectual, la famosa "integral de caminos". Básicamente la integral de caminos dice lo siguiente:
- "Cuando un sistema físico va desde un estado a otro, la trayectoria que sigue no es única sino más bien un compendio de todas las trayectorias posibles, siendo todas ellas equiprobables. Con lo cual, entre un estado inicial y un estado final, el sistema físico no sigue una trayectoria bien definida sino infinitas trayectorias a la vez.
- De ahí que, si el sistema físico consta de una partícula, dicha partícula, en su desplazamiento, se debe comportar como una onda y no como una partícula. En efecto, la suma o superposición de muchas trayectorias se asemeja más a una onda que a una partícula, y por tanto, aunque una partícula parta como partícula, y llegue como partícula, asombrosamente viaja como una onda. Es el misterioso mundo de la mecánica cuántica visto bajo los ojos de Feynman".
Bueno, hasta aquí todo es teoría. ¿Pero cómo pudo formarse esa gran teoría? ¿Quién puso la primera piedra? La respuesta fue su maestro de física. En efecto, el disciplinado, justo, y rígido maestro, vio que su alumno Richard Feynman se aburría soberanamente en sus clases de física. Por tanto el maestro, que además de ser justo y rígido, era un grandísimo profesional y mejor persona, asombrosamente decidió no ser tan rígido con él que como con el resto de compañeros y lo llamó aparte, y le explicó a solamente él y a nadie más una lección que jamás olvidaría, la mecánica clásica lagrangiana o existencia de una única trayectoria.
Hoy sabemos que no hay una sola trayectoria sino infinitas, pero eso nadie lo sabía por entonces. Por ello, Richard Feynman, cuando se hizo mayor, cogió las sabias palabras de su maestro y las tergiversó hacia la que es una de las más impresionantes teorías científicas de la humanidad, "la integral o diversidad de caminos de la mecánica cuántica". Feynman siempre recordó la magia que le produjo ese día su maestro de física. La teoría clásica estaba ahí, el maestro estaba ahí, y la motivación de Feynman hizo lo demás.
Por tanto, si alguna vez colonizamos otro planeta, y nos preguntaran que quién habla en nombre de la Tierra, yo humildemente respondería lo siguiente:
- quien habla en nombre de la Tierra son todas aquellas pesonas que se esfuerzan sobremanera por el bien de sus semejantes y los grandes maestros y maestras que le introdujeron su mágica semilla.
Para despedirme por hoy, quiero dedicar esta bonita canción a todos ustedes y en especial al Maestro que ha plantado muchas semillas mágicas, una de ellas en mi interior. Porque nunca se es sabio sino aprendiz de sabio. Mucha suerte Maestro, nunca olvidaré esa declinación de "júbilo" jamás imaginada por mí!!:
Un cordial saludo y hasta la próxima.